

Cadena de Oracion
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La oración nos pone en contacto directo con el Señor en la esfera del espíritu de una forma poderosa. Hay la necesidad de orar todos los días para tener crecimiento espiritual. El estudio de la Palabra de Dios, ayuda nuestro conocimiento, pero no es suficiente en sí, cuando sabemos el valor de la oración. No importa la posición del cuerpo cuando oramos, porque es nuestro espíritu que se pone en contacto con Dios. Reconociendo que somos alma, cuerpo y espíritu, es nuestro espíritu que se pone en contacto con Dios. Hay diferentes clases de oración que voy a mencionar en breve, que son: la oración en una reunión, culto o servicio; la oración de la familia en las devociones en casa; y la oración privada cuando estamos a solas con Dios. Vemos algunas formas de oración que se han practiciado en la Biblia. Tenemos la oración de pie con las manos levantadas hacía Dios, como en I Reyes 8:22: 'Púsose luego Salomón delante del altar de Jehová, en presencia de toda la congregación de Israel, y extendiendo sus manos al cielo,'Además puede orar con la cabeza inclinada, como dice en Génesis 24:26: 'El hombre entonces se inclinó, y adoró a Jehová.'También se puede orar de rodillas, como en Lucas 22:41: 'Y él se apartó de ellos como un tiro de piedras; y puesto de rodillas oró.' Por último se puede orar postrado en el suelo, como dice en Mateo 26:39: 'Y yéndose un poco más adelante, se postró sobre su rostro, orando,'. No importa la posición del cuerpo, la cosa importante es que nuestro espíritu se pone en contacto con Dios para comunicar lo que deseamos decirle. Es muy buena costumbre llegar ante la presencia del Señor con alabanza y un espíritu de agradecimiento, porque es algo grande entrar en la presencia del Todopoderoso. Nunca nos conviene llegar ante El con un espíritu jactancioso o con orgullo, porque Dios habita en medio de los humildes, y rechaza a los soberbios. Vemos en Salmos 34:6: 'Este pobre clamó, y oyóle Jehová, y librólo de todas sus angustias.
LA ORACIÓN NOS VIVIFICA:
La oración que sale de un corazón contrito, humillado, y limpiado por la preciosa sangre de Cristo, siempre nos anima, nos fortalece, y nos imparte algo especial de la presencia de Dios. Si estamos ofreciendo alabanza en el poder del espíritu, estamos en la presencia de Cristo en comunión con El, o hacemos petición ante El, y podemos sentir el poder del Espíritu Santo para fortalecer nuestro cuerpo y ser entero. Esta actividad espiritual siempre nos dará la recompenza para calmar nuestros nervios de una forma inexplicable. En una sola palabra, puedo decir que la oración nos vivifica de una forma sobrenatural. Debemos de hacer la oración más frecuente porque hay un sinnúmero de beneficios que podemos obtener al hacerla. En lugar de estar por horas enteras ante la televisión, que sólo nos roba de nuestro tiempo, nos conviene tomar control de la situación, para estar a solas ante su Majestad Cristo Jesús. Es muy fácil ceder ante la tentación de ver esa pantalla de la televisión, pero es mejor usar nuestro tiempo para mejor provecho para nuestro crecimiento espiritual. La oración es nuestra comunión personal con el Señor, y el contacto con el Dios Todopoderoso. Cuando estamos en buenas relaciones con Cristo, sin estorbos o impedimientos, con el corazón limpio por la preciosa sangre de Cristo, y haciendo la santa y divina voluntad de Dios: Podemos esperar ser beneficiario de grandes bendiciones en el poder del Espíritu Santo. La clave es no permitir actitudes interponerse entre nosotros, para impedir que el Espíritu Santo haga su obra constantemente en vivificar nuestras vidas. Hay que mantener el contacto abierto al cielo, y así nuestro crecimiento es muy hermoso cada día con Cristo, y podemos impartir vida a otras personas en necesidad.
